La resonancia magnética es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza un imán y ondas de radio para crear imágenes detalladas del interior del cuerpo humano. Se utiliza para detectar una amplia variedad de enfermedades y trastornos, incluyendo tumores, enfermedades del cerebro y la médula espinal, enfermedades del corazón, enfermedades de los huesos y articulaciones, y mucho más. La resonancia magnética es una herramienta valiosa, ya que permite al médico explorar a sus pacientes de una manera no invasiva y sin dolor, lo que les permite realizar diagnósticos precisos y desarrollar planes de tratamiento efectivos.
Dependiendo de la parte del cuerpo que se vaya a examinar, puede ser necesario que sigas instrucciones específicas de preparación. Por ejemplo, si se va a examinar la pelvis, es posible que necesites vaciar tu vejiga antes del examen para mayor comodidad.
Alergias, medicamentos o implantes que puedas tener: Es importante que el radiólogo esté al tanto de cualquier situación médica que puedas tener para ajustar el examen y asegurarse de que sea seguro para ti. También es fundamental que informes sobre cualquier implante metálico que puedas tener en tu cuerpo, ya que puede interferir con la imagen de resonancia magnética.
Los objetos metálicos, como joyas, relojes, piercings y otros objetos, pueden interferir con la imagen de resonancia magnética, por lo que es importante que los dejes en casa o en un lugar seguro antes del examen.
Te pedirán que te cambies a una bata de uso clínico antes de ingresar a la sala de resonancia magnética.
La resonancia magnética puede ser un poco ruidosa, por lo que le podemos proporcionar audífonos, tapones para los oídos o música para ayudar a relajarte. También es importante que te sientas cómodo durante el examen, así que asegúrate de informar al equipo si necesitas alguna ayuda adicional.
Cada centro de diagnóstico por imagen puede tener instrucciones específicas de preparación para la resonancia magnética. Es importante que sigas estas instrucciones y si tiene alguna pregunta o inquietud, comuníquese con nuestros profesionales o su médico tratante.
Durante una resonancia magnética, el paciente será acostado sobre una camilla que se desliza hacia el interior de la máquina de resonancia magnética. Es importante permanecer inmóvil durante el procedimiento para obtener imágenes claras y precisas. Dependiendo del órgano o sistema que se esté evaluando, es posible que se administre un medio de contraste por vía intravenosa. En general, una resonancia magnética es un procedimiento no invasivo y no doloroso. Sin embargo, es importante notificar al equipo médico de cualquier incomodidad o ansiedad durante el procedimiento.
Después de una resonancia magnética, generalmente se puede volver a las actividades normales. Si se utiliza un medio de contraste para hacer las imágenes más claras, es posible sentir un poco de frío o calor en la zona de la inyección, pero esto desaparece rápidamente. A veces, se recomienda beber más líquidos para ayudar al cuerpo a eliminar el medio de contraste. El médico revisará los resultados de la resonancia magnética y discutirá los siguientes pasos del tratamiento, si es necesario.